Me gusta fotografiar del natural; buscar lo bello y la emoción sin artificios. Mi objetivo es que las fotos hablen de vosotros y de como vivisteis ese día y contarlo de tal manera que resuene cada vez que las miréis o las compartáis con quien no pudo estar allí.

Me gusta la fotografía de bodas porque recupera uno de los usos de toda la vida de la fotografía: dejar testimonio de los acontecimientos importantes en la vida de una familia y para mí es un honor cuando me invitan a ser parte del proceso. Además, tengo la oportunidad de implicarme en todos los aspectos del trabajo fotográfico: edición, maquetación, impresión, encuadernación (siempre a mano), etc. y lo que empieza siendo un trabajo por encargo acaba convertido en un proyecto personal.
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