El coste medio de impermeabilizar una cubierta inclinada de tejas de un edificio se calcula en unos 30 €/m2. No obstante, los costes mínimos y máximos pueden oscilar entre 20 y 50 €/m2, respectivamente. El baile de precios va a depender, principalmente, del tipo de impermeabilización requerida, la cual será determinada dependiendo de la construcción. 

La propia factura del edificio, los tipos de estancia y sus usos pueden condicionar la selección entre unos impermeabilizantes sobre otros. 

Particularidades 

Las cubiertas muy inclinadas presentan menos tendencia a desarrollar problemas de humedad. La impermeabilización de un tejado inclinado suele llevarse a cabo en el momento de la construcción del edificio, ya que el impermeabilizante se aplica con anterioridad a la colocación de las tejas. No obstante, el desgaste, a lo largo del tiempo, o los fallos en su aplicación inicial pueden determinar que sea necesario volver a realizar esta tarea. En ese caso, habría que retirar las tejas y proceder a la impermeabilización antes de colocarlas nuevamente. 

Existe una gran variedad de impermeabilizantes cuya elección va a depender de la capacidad que posean para ajustarse a cada circunstancia. 

Tejas recomendadas

Ciertos tipos de tejas pueden ayudar a mantener por mayor tiempo el impermeabilizante y, a la vez, reducir el coste de su mantenimiento a largo plazo. Así, las tejas realizadas con laminado asfáltico, son económicas, resistentes a las condiciones del medio ambiente y fáciles de instalar. Las tejas de metal, por su parte, comparten con las anteriores la mayoría de las ventajas, aunque suponen una alternativa algo más cara. Por otro lado, las tejas de pizarra son muy populares, pues se adaptan a todo tipo de clima. Su precio está condicionado a la calidad con la que han sido fabricadas.

Placa asfáltica o bituminosa bajo teja

En la mayoría de los casos, el impermeabilizante asfáltico permite una buena adaptación. Existen numerosas alternativas en el mercado y pueden reforzarse con membranas de poliéster, otorgando flexibilidad y resistencia a los rayos ultravioletas. Estas placas, que pueden ser onduladas, son ligeras y proporcionan ventilación, por lo que evitan, además, la humedad por condensación. Las tejas planas también son susceptibles de utilizarse con este sistema mediante una fijación compuesta por listones de madera.

Membranas líquidas

Los impermeabilizantes de membrana líquida son de los más flexibles y sencillos de aplicar. Sus capas se aplican con brocha o rodillo y al secar adquieren una gran elasticidad. Se realizan a partir de compuestos varios como cemento, resinas sintéticas, poliuretano o asfalto. Existen dos tipos según su transpirabilidad y su elección vendrá determinada por el uso de las estancias inferiores. Si es una estancia habitada, lo mejor es recurrir a la membrana transpirable, mientras que si existe cámara intermedia se puede optar por la otra modalidad. 

Masillas selladoras

Las masillas impermeabilizantes rellenan fisuras y huecos evitando que el agua discurra por el interior del tejado. Es posible encontrarlas en varios materiales y cada uno tiene sus aplicaciones concretas. Así, el caucho acrílico resulta útil para grietas y juntas, en cubiertas y desperfectos en tejas. Las de poliuretano, por su parte, se usan para juntas de dilatación. Es adecuado para unir diferentes materiales. En tercer lugar, las masillas expansivas, también de poliuretano, tienen la particularidad de expandirse al contacto con el agua, por lo que son perfectas para tejados sometidos a constante humedad.

Bandas autoadhesivas

Existen cintas adhesivas color teja que permiten reparar y sellar los tejados. Están realizadas en betún o caucho sintético y se adaptan fácilmente a diferentes formas. Su precio es asequible, aunque está recomendado para pequeñas filtraciones.